Uno, dos, tres segundos es todo lo que dura un abrazo, ya sea por pena o por falta de tiempo es lo que la mayoría de las personas permanecen abrazados. Sin embargo, muchos científicos han llegado a la conclusión de que se necesitan por lo menos 20 segundos abrazados para gozar de los beneficios.
Esto es porque solo con ese tiempo se logra liberar la oxitocina (hormona del amor) capaz de ofrecernos el efecto terapéutico y calmante. Así que ahora ya lo sabes no sueltes tan pronto a esa persona a la que estás abrazando, ambos se verán beneficiados.
Además, no olvides que para mantener el efecto deben realizarse con frecuencia, pues como decía Virginia Satir, terapeuta familiar, “se necesitan 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenernos y 12 para crecer”.
Beneficios de los abrazos, frecuentes, de 20 segundos
Menor presión arterial
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Carolina del Norte, las parejas que se abrazaban de forma frecuente tenían niveles más bajos de presión arterial.
Reduce el estrés
Según un estudio publicado por la revista Scientific Reports, este tipo de contacto físico reduce el cortisol, hormona del estrés, esto se da gracias que se libera oxitocina mientras se abraza.
Mejoran el estado de ánimo
Al abrazarnos, no solo liberamos oxitocina, también segregamos serotonina y dopamina, dos neurotrasmisores que mejoran la autoestima, nos ponen de buenas y, por si fuera poco, aumentan nuestra energía.
Dan seguridad y confianza
En el aspecto mental, los abrazos nos dan confianza, pues nos hacen sentir apoyados, protegidos y confiados. Además de que ayuda a relajar los músculos y liberar la tensión del cuerpo.
Fortalece el sistema inmune
Esta acción aumenta la producción de los glóbulos blancos, lo que ayuda a mejorar el sistema inmunológico.
Fuentes: Quo, ABC, Rincón de la Psicología y Mejor con Salud.