La búsqueda de alternativas para disminuir la generación de basura y poner nuestro granito de arena para contribuir en el cuidado del medio ambiente, ha llevado al resurgimiento de un oficio que se creía extinto: el de los lecheros.
El plástico es uno de los principales enemigos a combatir en la lucha contra la contaminación. Y en este sentido, la leche en botellas de vidrio resulta un gran aliado para evitar el desperdicio.
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El resurgimiento de esta tendencia, al menos en el Reino Unido, se atribuye al documental de David Attenborough, Blue Planet II; en el que se señalan los efectos destructivos del plástico, que sólo se utilizan una vez y terminan en los océanos. Por su parte, una botella de vidrio es reutilizada en promedio unas 25 veces y las familias, especialmente los más jóvenes, están dispuestos a pagar un poco más con tal ayudar al planeta.
Pero la tendencia no sólo se queda en el Reino Unido, a lo largo de todo Estados Unidos ya hay camiones entregando leche fresca, vegetales orgánicos, carnes y pollo. Asegurando a los usuarios que a su mesa llegan productos libres de químicos, animales tratados humanamente y una menor producción de basura.
Cada vez son más las personas que reciben cada semana –cada día o cada mes– la leche en la puerta de su casa; una vez que se la han terminado solo queda lavar la botella y esperar la siguiente entrega.
Fuentes: