La salud del planeta y la nuestra pueden ir más de la mano de lo que imaginamos. No son metas que se contraponen, al contrario, ambas aspiran a buscar lo mejor para nosotros mismos y el mundo que nos rodea. Si las hacemos a la par, el esfuerzo puede ser mucho más satisfactorio.
Aquí te decimos algunas ideas para bajar de peso de forma ecológica que puedes aplicar en tu día a día.
Andar en bicicleta
La bicicleta es un excelente medio de transporte y una forma muy integral de hacer ejercicio. En lugar de resignarte a la bicicleta estática del gimnasio o solo llevártela para pasear en el parque, puedes convertirla en tu medio de transporte preferido. Siempre que puedas, elige la bicicleta sobre el automóvil e incluso el transporte público, que suele ser muy contaminante.
Es comprensible que en una ciudad como la nuestra dudemos de usar la bicicleta por seguridad o por las grandes distancias, pero una buena idea es empezar con distancias cortas para acostumbrarte. Si vives o trabajas en las delegaciones Benito Juárez, Miguel Hidalgo o Cuauhtémoc puedes utilizar Ecobici para desplazarte.
Haz actividades de voluntariado
Plantar árboles o recoger basura son formas de ayudar al ambiente, al tiempo que quemas algunas calorías. Agrega a tu plan mensual algunos días de voluntariado al aire libre que te permitan aportar tu granito de arena.
Elegir alimentos naturales
La forma en que nos alimentamos también tiene impacto en el medio ambiente. Una buena forma de cuidar el ambiente y nuestra salud, es optar por alimentos de origen natural.
Los alimentos altamente procesados generan mayor daño en el ambiente y en nosotros mismos, por eso es recomendable buscar opciones más naturales, de preferencia de agricultores locales, ya que así se reduce la contaminación por el transporte de los alimentos.
Planta tu propio huerto
Una idea es crear un pequeño huerto familiar; además de la actividad física que realizarás al hacerlo, podrás tener a la mano algunos productos frescos y cien por ciento naturales. Si tienes hijos, puedes involucrarlos en el cuidado del huerto y la satisfacción de ver crecer lo que cultivan también los impulsará a querer probar las frutas y verduras que han cosechado.
Hacer ejercicio al aire libre
El contacto con la naturaleza nos relaja y nos invita a querer hacer más. En lugar de encerrarte en casa o acudir al gimnasio – donde seguramente el uso de aparatos gastará energía – puedes ir al parque para tener tu dosis de contacto natural y ejercitarte.
Eso sí, procura que tu trayecto al parque sea lo más ecológico posible; puedes llegar caminando o en bicicleta.