Ciudad de México, 29 Noviembre.- Miles de personas están optando por vivir en aldeas flotantes, un estilo de vida autosustentable con gran biodiversidad de cuerpos acuíferos, en zonas tranquilas que permite a sus habitantes proveer para su vida diaria sin necesidad de pisar tierra.
También son principalmente conocidas como islas flotantes y son espacios donde las personas viven en comunicación retroalimentativa entre la naturaleza y los seres humanos, por ello te dejamos aquí algunos de los ejemplos más representativos de este tipo de lugares que no necesitan del capitalismo:
Aldea flotante Aberdeen, en Hong Kong
Esta zona es una de las más desarrolladas de Hong Kong, la cual tiene una variedad de restaurantes y rascacielos, así mismo sirve como un resguardo de yates modernos y botes de velocidad en dónde las personas pueden vivir, su base económica es la pesca y el turismo que en los últimos años ha aumentado, ¿qué te parecería vivir aquí?.
Islas de los uros en el lago Titicaca, en Perú
Los Uros es una tribu que navegó a Perú antes del inicio de la civilización inca, mismos que continúan viviendo en islas artificiales en el lado Titicaca, las construcciones están hechas de totora de juncos y han atraído al turismo extranjero no solo por su peculiar estilo de vida, sino también por sus artesanías.
Bahía Ha Long, en Vietnam
En esta aldea flotante viven mil 700 personas que son autosustentables principalmente por la pesca y la acuacultura. Así mismo se ha convertido en un atractivo turístico de la región por lo que varias personas deciden permanecer en el lugar por días.
Makoko, Lagos, en Nigeria
En Nigeria se encuentra la segunda Venecia de África, sin embargo no es un destino turístico, esta aldea sobrevive de manera poderosa sin electricidad, alcantarillas ni violencia, pero también tiene fácil acceso a médicos, escuelas flotantes y algunas otras estructuras gubernamentales.
Chinampas Xochimilco, México
Pero por si fuera poco en México tenemos el gran ejemplo de las chinampas, un mágico lugar capaz de recrear sustento a través de la flora y fauna, así como el deseo de vivir en un lugar tranquilo del que no es necesario salir