Ciudad de México, 9 Noviembre.- La curiosidad ha sido el factor detonante y recurrente en los retratos de Diego Huerta, un fotógrafo mexicano que ha logrado capturar los rostros y costumbres más sorprendentes en la historia moderna de México.
Grandes paisajes, muchos colores, tradiciones, trajes típicos, festividades y largos viajes por todo el país, han sido los escenarios ideales que con su lente ha podido captar.
“A veces necesitas cruzar montañas y lagos, caminar día y noche. “Hay momentos en que gastas toda tu energía en un retrato. Pero al final del día, todo vale la pena “.
Diego Huerta que reside actualmente en Austin, Estados Unidos, ha llegado a lugares reales de nuestro país que superan la imaginación, gracias a la belleza de sus paisajes y colores.
En su búsqueda por encontrar respuestas, Huerta ha tenido oportunidad de conocer hasta las entrañas a comunidades como los Raramuris que habitan en la Sierra Tarahumara e incluso lograr una sólida conexión con ellos a pesar de hablar lenguas diferentes.
Su proyecto fotográfico inició en 2011, año en que publicó 31 mil retratos por la paz. Aunque su idea original era tomar fotos a 31 mil hombres, mujeres y niños de México, el enfoque cambió radicalmente y captó 31 mil rostros de los rincones más escondidos de Oaxaca.
Cada uno de sus retratos y fotografías, está acompañado por una historia, una descripción, una confesión con la que logra transportarnos al momento justo en que las imágenes fueron captadas.
A continuación una muestra de su trabajo. Si quieres conocer más sobre su trayectoria y proyectos puedes consultar su sitio oficial.