La flora y fauna han sido las principales víctimas de los recientes incendios en el Amazonas, pero en esta ocasión no hablaremos de Brasil, sino de la zona de Bolivia aledaña a este gran pulmón verde.
En las zonas de la Chiquitania y el Chaco bolivianos, algunas de las especies que están en peligro de extinción y que se han visto amenazadas por los incendios forestales son los jaguares y pumas, así como tucanes, parabas y pequeños mamíferos que han fallecido calcinados.
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La Fundación Naturaleza, Tierra y Vida señala que “la poca fauna que ha logrado sobrevivir en estos lugares prácticamente está destinada a morir, porque se ha quedado sin agua y sin comida por muchas decenas de kilómetros”.
Sin embargo, se encuentra trabajando en la frontera de Bolivia y Paraguay, donde las llamas arrasaron con aproximadamente 250 mil hectáreas verdes.
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El director ejecutivo de la fundación, Iván Arnold, asegura que la especia más amenazada es el jaguar, debido a que ya se encontraba en peligro de extinción. Es “el más propenso en morir en situaciones de crisis”, porque no tiene manada y deberá trasladarse a sitios donde pueda acceder con facilidad a alimentos como las zonas ganaderas aledañas, en las que puede ser considerado como una amenaza.
Otros de los animales en riesgo son las aves, ya que han desaparecido sus nidos y muerto alrededor de 150 ejemplares, según la organización. Por lo que tendrían que migrar hacia las ciudades, donde pueden ser atrapados al tratar de conseguir alimentos.
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La menor suerte la tienen los mamíferos pequeños, como los armadillos o el jochi, especie de roedor cuya carne es muy consumida en la región oriental de Bolivia, y que en su afán de escapar, pueden terminar acorralados en zonas en las que el fuego persiste.