En el periódico El País encontré un breve y hermoso texto sobre Angelina Martínez, una partera mexicana que viaja por el mundo trayendo bebés al mundo, acompañando a los padres y transmitiendo su sabiduría milenaria.
Ella es la cuarta generación de parteras, creció entre líquido amniótico y mujeres parturientas, pero a ella no le provocaba asco o miedo, al contrario, desde pequeña mostró gran interés en continuar con el legado de las mujeres de su familia.
Hoy vive y trabaja en Morelos, pero ha viajado a lugares como Italia, Dinamarca, Rusia y Canadá para entrenar a parteras extranjeras y compartirles la sabiduría que ha obtenido con la práctica y heredado de su bisabuela, abuela y madre.
“Angelina es una de las parteras más solicitadas a nivel nacional e internacional por sus años de experiencia acompañando mujeres en su etapa sexual reproductiva combinando su sabiduría con lo aprendido a través de todos los cursos y talleres de partería, obstetricia y temas relacionados asistidos a lo largo de su vida para mantenerse al día con la atención basada en la evidencia científica actual.” Se lee en un artículo de Corta Mortaja.
Es reconocida por la atención que da a las mujeres y a la familia entera, así como por su empatía en este periodo de la vida de las personas.
La importancia de profesionales como Angelina va más allá del gran trabajo que realiza con las mujeres que acompaña, ella forma parte de las personas que luchan todos los días por que la sabiduría ancestral de los pueblos tradicionales no desaparezca, al contrario, se difunda y aproveche más allá de las fronteras.