Los parques, bosques y otras zonas verdes mejoran la salud de los niños, así lo confirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca.
El contacto con la naturaleza tiene consecuencias positivas, ¡mejor de lo que imaginas! Ya que después de permanecer en espacios llenos de árboles, los niños daneses disminuyeron su riesgo de padecer enfermedades mentales de adultos.
La investigación afirma que si durante los primeros años de vida se pasa en espacios verdes y abiertos, es menos probable pertenecer al 55% de individuos que desarrollan alcoholismo, ansiedad o depresión en la etapa adulta.
Por el ajetreado estilo de vida que llevamos en la actualidad, es difícil notar los beneficios que tiene el permanecer en la naturaleza y su impacto psicológico, por ello, se recomienda dar un paseo por el parque más cercano y salir de la rutina para relajarse.
Así que uno de los más grandes enigmas de las felicidad se ha descubierto y tiene a los arboles como invitados.