En ocasiones, los nuevos descubrimientos o invenciones que cambian el rumbo de la humanidad se realizan casi por accidente. Y recientemente, un hallazgo fortuito parece llevar a los investigadores cada vez más cerca de curar el cáncer.
Científicos de la Universidad de Cardiff se encontraban investigando células que pudieran combatir ciertas bacterias, y fue en esta investigación que se encontraron con un tipo de célula hasta entonces desconocida.
Se trata de una célula T – un tipo de linfocito que ayuda al organismo a combatir enfermedades – que se adhiere a la mayoría de los cánceres humanos, mientras que ignora la células sanas. Lo que favorecería el desarrollo un tratamiento capaz de detectar y eliminar las células cancerígenas de forma efectiva.
Andrew Sewell, quien encabeza la investigación, señala que las peculiaridades encontradas en esta célula permitirían combatir cualquier tipo de cáncer y permitirían la creación de terapias celulares que no requirieran ser individualizadas, por lo que se podrían administrar con mayor rapidez a las personas afectadas.
Hasta ahora la experimentación ha resultado efectiva para combatir células cancerosas de piel, sangre, mama, hueso, riñón, ovarios, entre otras. Las pruebas deben continuar, pero el panorama parece alentador.