Written by 8:40 pm Responsabilidad social

Embellecer las ciudades reduce el índice de criminalidad

Mejorar nuestros barrios estará en nuestras manos hasta que el embellecimiento urbano en zonas marginadas esté en la agenda de los gobiernos, así que sólo nos queda unirnos, organizarnos y, a través del arte, el orden y la limpieza, encontrar una esperanza.

Las características del espacio en el que vivimos impactan en nuestro estado de ánimo y conducta mucho más de lo que creemos. Es un tema que ya hablamos en Bien Común en esta nota, pero solamente lo abordamos desde una perspectiva personal, en esta ocasión queremos profundizar sobre el impacto que tiene embellecer las ciudades en los índices de criminalidad.

Pensar que una casa pintada, un jardín podado y unas ventanas limpias afectan la decisión de una persona de cometer un acto por encima de la ley suena excesivo, pero no lo es. Un entorno “bello” y prospero es el terreno perfecto para que una comunidad sea productiva, pacífica y estable.

Lo complicado es que, como se menciona en este artículo de Ecosfera, en las grandes ciudades, con todas sus complejidades, la mejora del paisaje urbano se deja en manos del gobierno o de la iniciativa privada, es decir, se abren centros comerciales hermosos, oficinas despampanantes, pero cuando esto acaba las ciudades quedan en el olvido y los índices de criminalidad suben, como es el caso de Detroit.

¿Cuál es la solución? El trabajo comunitario

“Se ha comprobado que en zonas urbanas donde los vecinos colaboran en embellecer sus calles y fachadas, las tazas de criminalidad y violencia bajan drásticamente. En Estados Unidos esto ha sido observado por un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, quienes han documentado procesos comunitarios en la ciudad de Flint.” Señala el mismo artículo de Ecosfera.

Flint era una de las ciudades más peligrosas de Estados Unidos; sin embargo, desde 2012, un grupo de personas empezaron a limpiar las calles, a sembrar plantas en terrenos y camellones, etc. Hacia el 2018, la violencia bajó 54%, los asaltos persona a persona 83% y los robos a casas y negocios 76%.

Trabajar en comunidad por un bien mayor regenera el tejido social. No sólo tiene que ser limpiar o ordenar, el arte callejero también es un vehículo para reformar comunidades violentas y marginadas.

¿Cuál es el reto?

Mejorar nuestros barrios estará en nuestras manos hasta que el embellecimiento urbano en zonas marginadas esté en la agenda de los gobiernos, así que sólo nos queda unirnos, organizarnos y, a través del arte, el orden y la limpieza, encontrar una esperanza.

(Visited 4 times, 1 visits today)
Close