Los incendios forestales que han llenado de llamas y de nubes de hollín a Australia, no sólo han provocado severas afectaciones a la flora y la fauna, sino que expertos han encontrado que existe una relación entre estos y el calentamiento global.
De acuerdo con un reporte emitido a través de redes sociales por el Servicio Meteorológico de Nueva Zelanda, “el humo de los incendios forestales se extiende a través del mar de Tasmania, impulsado por los vientos. Es probable que coloree los cielos”.
Y según el portal web, The Weekend Australian, “los glaciares australes en Nueva Zelanda se enfrentan a una nueva amenaza, que son las nubes de hollín naranja de los incendios forestales en Australia”.
Las gruesas columnas de humo se extienden a lo ancho y largo del territorio australiano, dejando y un cielo coloreado de anaranjado y provocando la muerte de casi 500 millones de animales, así como de una veintena de personas.
Los especialistas dicen que esta ceniza que se instaló sobre la nieve en Nueva Zelanda la semana pasada, abarca 1.900 kilómetros por el Mar de Tasmania y puede llegar a absorber más calor y derretir la nieve con más rapidez este verano y desencadenar una crisis climática acelerada.