Los fuegos artificiales son hermosos y sorprendentes, pero el daño que causan al medio ambiente es tan grave que su uso ha disminuido y debería de reducirse aún más.
¿Llegará el momento cuando no volvamos a ver espectáculos de luces en el cielo? No, porque existen alternativas igual de bonitas, pero menos dañinas para el planeta y la salud.
Para muestra lo que sucedió en el festejo de año nuevo en China. Luces increíbles llenaron el cielo y por sorprendente que parezca no había un solo rastro de pólvora en ese despliegue luminoso: 2000 drones iluminados despegaron sobre el río Huangpu, en Shangai, formando diferentes figuras como la tierra, un dragón, una esfera y la cifra de la nueva década que ya empezamos a vivir.
El uso creativo y artístico de la iluminación no es una novedad en China, ya que en grandes ciudades como Shanghai o Suzhou, todas las noches, los edificios se pintan de luz para contar historias en movimiento, que son realmente impactantes.
Peligros de la pirotecnia
Según un artículo publicado en El Sol de México, “los fuegos artificiales están hechos de diferentes compuestos sumamente contaminantes como el perclorato de sodio, cobre, estroncio litio, antimonio magnesio, aluminio y otros metales pesados, que al momento de detonar libera monóxido de carbono y otro tipo de partículas suspendidas.”
“Junto con las demás emisiones generadas por la afluencia vehicular en esos días festivos, los contaminantes provenientes de la pirotecnia crean un ambiente con altos índices de polución que son fácilmente perceptibles por la escasa visibilidad y el olor a pólvora.”
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