La adaptación es fundamental para la supervivencia de las especies y mientras que sobre la tierra el calentamiento global amenaza con la desaparición de ciudades, la extinción del cacao o el derretimiento de los polos; bajo el agua, diversas especies marinas se verían obligadas a buscar aguas más frescas.
El estudio publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, indica que los organismos marinos deberían desplazarse desde 18.7 a 32.3 metros hacia lo más profundo, para que mantener la temperatura que necesitan para sobrevivir.
Sin embargo, este no es el único criterio; pues además de una temperatura adecuada, muchas de estas especies (como corales o kelps) requieren de luz, que no llega hasta las zonas más profundas del mar, lo que reduce en gran medida su hábitat; por lo que tendrían que adaptarse para poder sobrevivir a temperaturas más altas o moverse horizontalmente, hacia los polos.
Por supuesto estos cambios no serían instantáneos, la migración sería gradual y se calcula que para el año 2100 los organismos habrían completado este movimiento.
Fuente: EFE Verde