Sandra la orangutana llegó el 26 de septiembre de 2019 al santuario “Center of Great Apes”, ubicado en Florida, después de años a la espera de una resolución para determinar un entorno dónde pudiera vivir de forma más adecuada. Esto luego de que en 2015 fuera reconocida como “persona no humana” por un tribunal argentino, sentando un precedente en la lucha por los derechos de los animales.
La historia de Sandra comienza en 2014 cuando La Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA) comienza la iniciativa para considerar a Sandra persona no humana.
El 21 de octubre de 2015 la juez Elena Liberatori dictamina que Sandra es “sujeto titular de derechos fundamentales” por lo que debían brindársele “las condiciones naturales del hábitat y las actividades necesarias para preservar sus habilidades cognitivas” y es así que se toma decisión de reubicarla a un entorno más apropiado para ella.
Pero, ¿qué significa ser “persona no humana”?
La figura de “persona no humana” se ha presentado como un esfuerzo por el impulso de los derechos de los animales. Que busca sobre todo el reconocimiento de que los animales no son objetos y por lo tanto no deben ser tratados como propiedad, sino como seres que sienten y piensan.
Pero para que este estatus jurídico sea concedido, es necesario que se demuestre que el animal en cuestión cuenta con capacidades cognitivas y notable inteligencia, en comparación con el resto de las especies. Sin embargo, existen debates pues hay quienes consideran que debería concederse la personalidad jurídica por el solo hecho de tener la capacidad de sentir.
FUENTES
- Proyecto Gran Simio
- Sandra, la orangutana que se convirtió en persona – El País
- La orangutana Sandra y otras “personas no humanas” – El País