Ciudad de México, 09 Agosto.- Sin duda nos hemos familiarizado mucho con el ajolote, un animal en peligro de extinción, que tiene la capacidad de regenerar cualquier parte dañada de su cuerpo, sin embargo pocas personas hablan acerca del achoque de patzcuaro, el cual podría decirse que es su primo hermano y que también se encuentra en peligro.
El achoque es endémico del lago de Pátzcuaro y fue una de las figuras más admirables de los purépechas, su antigüedad data de 370 millones de años, sin embargo por la contaminación que existe en su hábitat, la especie ha sufrido grandes deterioros, poniéndola en peligro de desaparecer.
Afortunadamente un grupo de monjas creó un cautiverio que lleva trabajando desde el año 2000 para mejorar su conservación y es gracias a estos esfuerzos que se ha podido salvar su especie.
Las monjas son predicadoras del monasterio de María Inmaculada de la Salud en Pátzcuro y en 2010 lograron registrarse como la Unidad de manejo para la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre gracias al plan de manejo estructurado y encaminado a la conservación de la especie que han llevado a cabo.
El trabajo de estas mujeres se ha vuelto esencial para su protección, en su convento albergan un aproximado de 400 achoques, los alimentan con gusanos y juntan a los machos con las hembras en ambientes que promueven su reproducción, sin duda es un trabajo admirable.