Ciudad de México, 26 Marzo.- Existen diferentes aspectos que pueden influir en el desarrollo de la obesidad, un padecimiento que afecta a más del 80% de la población en el país, pero sorprendentemente investigadores del Instituto Politécnico Nacional descubrieron que estímulos ambientales inhiben su desarrollo.
Llevar una diera adecuada y hacer ejercicio han pasado de ser parte de las disciplinas que se utilizan para reducir el peso y la grasa, a influir completamente en la activación y des activación de estos genes.
La investigación se realiza en la Escuela Superior de Medicina y se enfoca a la prevención, diagnóstico, tratamiento y una posible cura de la obesidad.
En este proyecto participan expertos en biología molecular, médicos, médicos del deporte, especialistas en alto rendimiento deportivo, nutriólogos y psicólogos, que abordan distintos ángulos de esta afección, además el doctor Aarón Domínguez López, quien lidera esta investigación, explicó que el organismo está sintonizado con el medio ambiente y por ende responde a estímulos ambientales que encienden o apagan los genes.
Los estímulos ambientes pueden ser tanto benéficos como deletéreos, por lo cual pueden modular características de salud, pero también las enfermedades.
El estudio sobre la obesidad aún se encuentra en desarrollo pues aún se requiere integrar mucha información especifica sobre los metabolitos y aspectos ambientales, específicamente de la población en México.
Así que hasta el momento sabemos que los factores que influyen en el desarrollo de la obesidad son tanto los hábitos alimentarios, sedentarismo tabaquismo, condiciones de higiene, pero también la temperatura y altitud, así que se espera que en un futuro se pueda categorizar la combinación perfecta de dieta y ejercicio más apto para mantener la salud de cada paciente.