Ciudad de México, 14 Marzo.- Pocas iniciativas de investigación científica en México poseen tantos frentes abiertos como el Programa de Arqueología Urbana (PAU), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el cual en la última década ha realizado una cantidad de descubrimientos impresionantes que brindan un panorama más completo de las edificaciones próximas al Templo Mayor de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan, particularmente las ubicadas frente a éste.
A 17 años de ser instaurado el PAU, Raúl Barrera Rodríguez responsable actual del equipo que realiza trabajos de salvamento arqueológico en las siete manzanas del Centro Histórico de la CDMX, bajo las que descansan los restos del Recinto Sagrado tenochca, asegura que la ruta de trabajo es clara y seguirán investigando y protegiendo este patrimonio cultural.
En colaboración con el arquitecto Luis Rosey Bermúdez, el PAU trabaja (con los datos ya confirmados a través de la exploración) en la reconstrucción tridimensional de algunos de las edificaciones que ha podido excavar de manera parcial, entre ellas el Huei Tzompantli —que debió tener aproximadamente 40 metros de longitud—, el Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl y el Calmécac. Poco a poco, la ciudad mexica resurge, aunque con el apoyo de programas computacionales.
En este repaso por las labores del PAU desde 2009, el arqueólogo del INAH explicó la información que ha salido a luz en torno al Cuauhxicalco o “Recipiente del águila”, una estructura circular vinculada al adoratorio del dios Huitzilopochtli; varios de los hallazgos registrados en predios de la calle Guatemala: el Huei Tzompantli, el Juego de Pelota, el Templo de Ehécatl y el Calmécac; así como los restos de una gran plataforma que ahora el transeúnte puede observar sobre la calle Argentina a través de una ventana arqueológica.
Barrera precisó que son pocos los edificios del recinto sagrado de los que se conocen sus dimensiones totales, algunos de ellos son el Templo Mayor y una serie de altares que se encuentran a su alrededor, la Casa de las Águilas, el Templo del Sol (que se localiza bajo la Catedral Metropolitana), el Juego de Pelota (ubicado en la parte posterior de la catedral, sobre Guatemala y algunos predios de la misma calle), el Cuauhxicalco y el Templo de Tezcatlipoca en el edificio del Arzobispado.