Ciudad de México, 15 Febrero.- Existen elementos básicos que utilizamos diariamente en casa y los desechamos cuando creemos que ya no tienen ningún uso pero aquí te daremos algunos consejos para reutilizarlas y te ayudarán a ahorrar dinero.
Restos de café
En efecto, los restos o posos de café son una auténtica maravilla para reutilizar en el jardín, con fines cosméticos o para la limpieza diaria. Por ejemplo, mezclando restos de café con agua muy caliente podemos conseguir que el agua cuele mejor en el fregadero, y frotándolas desdorizaremos las manos y otras superficies como el frigorífico.
También nos ayudará a desengrasar cacerolas, dar brillo a superficies resistentes a las ralladuras o, atreviéndonos con todo, será muy efectivo para hacernos un peeling corporal con efecto anticelulítico por su contenido en cafeína.
Cepillos de dientes
Ya sea el tradicional cepillo de dientes o el recambio de un cepillo eléctrico, podemos utilizarlos para mejorar la limpieza de la casa. Ahorraremos en estropajos y acabaremos al momento con la suciedad incrustada del baño, de la suela de las zapatillas o de cualquier rincón de difícil acceso. Además, son muy fáciles de limpiar una vez usados para la limpieza del hogar, así como de desinfectar cuando sea necesario, para seguir usándolos.
Reutilizar el agua
La reutilización del agua brinda un sinfín de posibilidades que van desde el riego de las plantas hasta su aprovechamiento para lavar el coche, llenar el depósito del humidificador, añadirla al acuario o, por ejemplo, limpiar distintos objetos.
Recoger el agua de lluvia con barriles de agua o simplemente poniendo cubos para que se llenen cuando llueve es sencillo y muy beneficioso para las plantas. También podemos ayudarlas a crecer si las regamos con el agua de cocción en la que hayamos cocinado vegetales.
Y, cómo no, si al regar las plantas el agua se acumula en el platito, volvamos a usarla para regar otra planta. También podemos reciclar el agua que usamos en la ducha o en el fregadero, siempre que no contengan detergentes ni químicos. Su uso para el riego de un jardín supondría un importante ahorro de agua y dinero.
Revistas y folletos
Las revistas viejas y los folletos publicitarios tienden a acumularse en casa. En lugar de dejar que se acaben llenando de polvo o que terminen en la basura, animémonos a reutilizarlas empleándolas para hacer manualidades con los peques de la casa.
Resultará práctico usarlas para hacer flores de papel con las que adornar un regalo o dar vida a un jarrón. Hacer confeti con ellas, guirnaldas, adornos navideños, sobres o, en lo que respecta a las revistas que da pena destrozar, donarlas a un consultorio médico o, si son culturales, a una biblioteca pública.
Latas de comida y bebida
Reutilizar las latas de aluminio alimentarias es tan fácil como inspirarse en imágenes como las que incluimos en este artículo o, simplemente, dejar volar la imaginación y atreverse con cualquier idea.
Hacer un comedero para pájaros (recuerda renovarlo cada cierto tiempo para evitar contagios, advierten los ornitólogos), unas macetas decorativas, unos jarroncitos, un objeto de colección decorativo, un alfiletero, un bote para los lápices, un adorno con cintas para que el aire exterior lo convierta en un precioso móvil…
Anillas de latas de refresco
Si quieres reutilizar objetos en casa de forma sencilla, seguro que te habrás fijado en que fácilmente se acumulan latas de refrescos y sus anillas. De hecho, las anillas de latas de refresco dan mucho juego. Su reutilización puede convertirse en una pequeña gran obra de reciclaje creativo. Serán fácil hacer con ellas todo tipo de bisutería con un mucho de imaginación y otro tanto de paciencia.
Hagamos un móvil colgante, un brazalete, pendientes, pulseras o cualquier otro objeto. Para unirlas utilicemos grapas, hilos o cintas. Será fàcil conseguir muchas y hacer aquello que nos dicte el magín…
Sobras de pan duro
El pan duro, uno de los objetos que más acaban yendo al cubo de la basura. Démosle una o protunidad. Siempre que no tenga moho puede reutilizarse en la cocina. Se puede convertir en un ingrediente principal de una sopa de pan, de una deliciosa sopa de ajos, en pan rallado, en picatostes para ensaladas, sopas, cremas, guarniciones…
O, cómo no, convirtámoslo en unas irresistibles torrijas. Si preferimos el sabor salado, calentémoslo y transformémoslo en crujientes bases para unos canapés.
Bolsitas de té y otras infusiones
Las bolsitas de té, así es, pueden reutilizarse de muy diferentes maneras. Antes de que se sequen serán un buen relajante para los ojos. Aplicaremos como si fuesen dos rodajas de pepino, dejaremos reposar unos 15 minutos y listo.
También son eficaces para desinflamar picaduras de insectos y, en general, tienen propiedades antiinflamatorias. A nivel cosmético, hay quien las utiliza para teñirse el pelo o, más exactamente, para darle una leve tonalidad que puede camuflar canas o reforzar el efecto de algunos tintes vegetales.
Dejar secar y usar como absorbeolores para la nevera y otros habitáculos de pequeño tamaño, como cajones, armanios o cajas de zapatos, pongamos por caso, es otra posibilidad. Por último, deshagámonos de la bolsita y enterrémoslo o dejémoslo en la superficie para que sirva como abono.
Tubos de papel higiénico
Los tubos de papel higiénico son una materia prima de gran valor para todo artista del reciclaje que se precie. Podemos hacer montajes la mar de resultones cortándolos en forma de rodajas y, tal cual, son ideales como macetitas para plantar semillas o, por qué no, para dejar volar la imaginación e inventar los muñecos más graciosos jamás vistos.
Reutilizar el papel de periódico
El papel de periódico, por último, permite reutilizaciones de lo más variopintas. Desde forrar muebles o libros hasta convertirlo en envoltorio de regalo. También nos harán un gran papel en mudanzas, para proteger las cosas frágiles, e incluso pueden ayudarnos a madurar vegetales y frutas, así como a secar los zapatos húmedos después de un día de lluvia. Para ello, introduciremos unas bolas de papel de periódico en su interior. Por cierto, no lo utilicemos para hacer compost, pues la tinta no es biodegradable.