Estos territorios oceánicos han sido nombrados así debido a su potencial para el desarrollo sustentable de una economía azul, debido a sus diversos ecosistemas.
Se trata de algunos pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) que debido a su ubicación aislada les permite tener un territorio oceánico mayor a su superficie terrestre.
Siendo así que sus características los sitúan en una posición con amplio potencial para convertirse en líderes de innovación y nuevas tecnologías contra el impacto ambiental.
Por ejemplo, a través de los PEID, se ha demostrado que se puede implementar una economía azul gracias a los océanos.
Y será posible combatir las problemáticas sociales como la pobreza, el hambre y el crecimiento económico a través de nuevos empleos.
Algunas de las acciones que ya se han implementado son la inteligencia artificial en Barbados, para controlar la concurrencia de algas de sargazo.
Y también destacan la primera pesquería de atún 100% sostenible y las demás acciones para combatir la contaminación de los océanos y la optimización del agua potable.