La disponibilidad de alimentos que consumimos los seres humanos, dependen principalmente de la existencia de otros seres vivos como plantas y animales.
Y debido a ello, la demanda de los recursos naturales va en aumento, sin embargo de ese incremento deriva una fuerte emisión de gases, sobre todo cuando se trata de producir productos de origen animal.
Por esa razón, la investigación sobre llevar una dieta flexitariana ha tomado fuerza, que como su nombre lo menciona, es una dieta flexible en donde destacan alimentos de origen vegetal y se reducen los de origen animal.
De manera que en la producción agrícola, se disminuya la producción de alimentos de origen animal para reducir la huella ambiental.
Así, los recursos naturales que se requieren para abastecer de una dieta variada y saludable a la población en el futuro podrían ser suficientes.
Lo que sugiere este tipo de dieta es consumir más frutas, verduras, semillas, cereales, leguminosas, y menos carnes rojas, ya que son las que demandan mayor agua y tierra para su producción.
Por ello el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ha creado una lista de los 50 alimentos del futuro.
Mismos que en su mayoría se producen en México o fácilmente pueden adquirirse.