Tras la inestabilidad política y social que había dejado la Revolución en el país, los artistas mexicanos se interesaban por crear referentes de identidad propia…
Y fue a partir de 1922, cuando se implementó la Reforma Educativa Nacional que estableció la educación laica, gratuita y obligatoria.
A partir de entonces el panorama para los artistas mexicanos se amplió y su talento fue el indicado para plasmar una identidad nacional en diversos espacios públicos.
Así fue como los muros de escuelas, instituciones gubernamentales, mercados, bibliotecas, hospitales y edificios se transformaron a través del arte.
Un hecho fundamental que permitió que la cultura mexicana se fortaleciera, con ayuda de diversas ideologías combinadas con la estética.
Entonces fue que los artistas llamados muralistas, proclamaron esta práctica como una herramienta educativa que a su vez permitía la transformación política, social y cultural.
Y este año se cumplen 10 décadas del muralismo mexicano, que se han celebrado durante lo que va del año con diversas actividades en los diferentes estados de la república.
Entre coloquios, ciclos de conferencias y diálogos, los museos y centros culturales abren sus puertas para conmemorar este acontecimiento.