Desde años atrás y como parte de la cultura en México (machista), el trabajo doméstico como barrer, lavar o cocinar siempre ha sido atribuido a las mujeres.
Aún en la actualidad, un estudio realizado por el INEGI en el 2018 reveló que 9 de cada 10 trabajadoras del hogar son mujeres, cifra que se ha elevado comparada con años anteriores.
La limpieza o los quehaceres domésticos en general, son un trabajo de tiempo completo prácticamente, por eso es que en muchas familias optan por contratar a una persona encargada de realizar estos labores al menos uno o dos días a la semana, esto varía según las necesidades.
Estas labores han sido las mismas desde hace años, barrer, trapear, lavar trastes, ropa, planchar, ordenar y en algunos casos incluso cocinar, son las tareas del hogar que una trabajadora doméstica normalmente realiza.
Pero lo que tampoco ha cambiado hasta hace apenas un par de años que se inició, es la formalización del trabajo doméstico.
Se trata de un empleo en el que la trabajadora no goza de garantías que refuercen sus derechos laborales, lo que las lleva a mantenerse en una situación vulnerable, sobre todo económicamente hablando.
Aún queda mucho trabajo por realizar en materiales legales sobre todo, para garantizar un empleo digno a las trabajadoras domésticas, sin embargo ya existen movimientos, organizaciones y centros que las apoyan y orientan en distintos aspectos.
Hoy en el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, es un buen momento para brindar apoyo y soluciones a la causa, para que este empleo sea una oportunidad de crecimiento para muchas personas, sobre todo mujeres.
