En compañía de sus padres, los menores llegaron a diversas localidades de la Ribera del Río Hondo en Chetumal, para apoyar con el trabajo de reforestación de la zona.
Los pequeños provenientes de comunidades como El Palmar, Cocoyol, Álvaro Obregón, Pucté, Sacxan, y otras más, colaboraron plantando árboles frutales en la región.
Con ayuda y en compañía de sus padres, alrededor de cien niños y niñas ayudan al cuidado y a la conservación del medio ambiente.
Llegan a la región por voluntad propia y de la misma manera ponen manos a la obra.
Además los beneficios también son para los habitantes de la comunidad pues no sólo se cuida su hábitat sino también se abastece de alimentos.
Y por supuesto las familias que acuden a la brigada se llevan también un gran aprendizaje, sobre todo adquieren una cultura sobre el cuidado ambiental.
Ya que los mismos encargados de los albergues les enseñan y comparten su conocimiento sobre el cuidado del ambiente de la región.
Siendo también un medio para seguir transmitiendo estos buenos hábitos con su mismo ejemplo.