El autor de Muerte sin fin, sigue siendo recordado por la más espectacular de sus obras, que aún después de más de 70 años desde su publicación, continúa siendo poseía fundamental para la nación y para la literatura mexicana.
“Un cóncavo minuto del espíritu
que una noche impensada,
al azar
y en cualquier escenario irrelevante
-en el terco repaso de la acera,
en el bar, entre dos amargas copas
o en las cumbres peladas del insomnio-
ocurre, nada más, madura, cae
sencillamente,
como la edad, el fruto y la catástrofe.”
Jorge Gorostiza, Muerte sin fin, 1939
Un 10 de noviembre pero hace 119 años, nació en Tabasco José Gorostiza Alcalá quien se convertiría en ícono de la literatura en nuestro país con tan sólo un poema.
El autor del monumental poema Muerte sin fin también fue integrante del grupo de jóvenes intelectuales llamados y conocidos como Los Contemporáneos.
Durante su trayectoria tuvo diferentes cargos y formó parte de instituciones importantes en el país para la cultura y por supuesto para la literatura.
Además de ser profesor de literatura en la UNAM, fue también embajador de México en Grecia, jefe del Departamento de Bellas Artes de la SEP, miembro de la Academia Mexicana de la lengua y hasta diplomático en Roma y Lóndres.
Tal fue el impacto de sus letras que hasta la fecha su poesía sigue siendo recordada como icónica, una obra que pudo ser leída y comprendida en aquella época pero también lo pueden comprender los lectores actuales.
Foto de Comisión de Radio y Televisión de Tabasco
Igual se creó un recinto cultural en su honor, Casa de Artes José Gorostiza, la cual se ubica en su estado natal, que cuenta con aulas para la impartición de las clases y también con un auditorio.
Y ya sea por su literatura o sus cargos o todo su legado, Gorostiza sigue siendo recordado como uno de los escritores que marcaron historia dentro de la literatura en nuestro país.