Aunque no se trata de un movimiento nuevo en la industria de la moda, si es una de las acciones que han tomado mayor territorio dentro del mercado en los últimos años, la preocupación por el deterioro del planeta es una de las principales razones por las que las personas buscan maneras sostenibles para adaptarlas a su día a día.
Cuando se habla de consumo es imposible no hablar de aquello que provoca en las personas la necesidad o el deseo de comprar y seguir comprando, y es curioso como en muchos casos, el deseo gana más que la necesidad y en lo que respecta a la industria de la moda, esta es una de las expertas en lograr eso.
Sobre todo, tratándose de estar a la moda, el consumo de prendas se convierte en consumismo, y esto se da debido a que las personas buscan ropa que está en tendencia por lo que se piensa que si compraste un traje de baño para este verano ya no podrás utilizarlo el siguiente, o tal vez sí pero también tendrás el deseo de comprar uno nuevo aún teniendo el que compraste el año anterior en perfectas condiciones.
Por casos como el anterior es que surgen movimientos que buscan marcar una diferencia o frenar ciertas acciones que además de perjudicar a tu bolsillo, perjudican el medio ambiente.
El famoso slow fashion o también conocido como moda sostenible o ecológica, es precisamente una estrategia que busca contrarrestar el fast fashion, generando procesos de producción más amigables para el ambiente y a la vez impulsando el comercio local.
Por ejemplo, en nuestro país el movimiento está presente en diferentes marcas mexicanas, aquí la lista de algunas de ellas:
- Dulce Armenta
- Bamboo Life
- Agua de Chile
- Someone Somewhere
- Alejandra Raw
