Principalmente las personas que viven en ciudades grandes o más bien más pobladas, son quienes sufren constantemente por la saturación de ruido dentro y fuera del hogar, ya sea por el sonido de los carros o la música del vecino, pero el ruido está presente todos los días, aunque en estos días para otras personas, el ruido dentro de casa sea una novedad y no muy agradable.
Este aislamiento social que sigue su curso y lleva ya más de un par de meses en todo el país, ha traído consigo nuevas experiencias y más para quienes viven en casa con más de dos integrantes de la familia, y ni hablar de quienes tienen niños o niñas pequeñas en casa.
El ruido no es lo mismo que cualquier sonido, el ruido siempre será algo no deseado para nuestros oídos, y es muy probable que en el tiempo que llevas en casa conviviendo en familia te hayas percatado que hay más ruido del habitual y es lógico ya que quienes viven en esa casa ahora están el mismo tiempo que tú ahí dentro.
La molestia del ruido ahora no es cada fin de semana porque tu vecino tenía fiesta y ponía el volumen demasiado alto, ahora el ruido lo tienes dentro de tu misma casa y todos los días, que si la televisión, que si alguien habla por teléfono o están lavando, cocinando, en fin.
Una situación bastante molesta y también perjudicial para tu salud tanto física como psicológica, si antes sólo no podías dormir una noche o despertabas muy temprano por el ruido del exterior, ahora no logras concentrarte, o simplemente estar en paz un día en casa.
Si de por sí, ya es suficiente con la situación que vivimos como para empeorarla con otro tipo de problemas físicos y mentales, por ello es recomendable que si vives o estás pasando el confinamiento con más de una persona lo mejor sería hablar y tratar de buscar soluciones ante este problema
Parecerá insignificante pero realmente después de varios días, el ruido constante se convierte en un grave problema, sobre todo para el estado de ánimo.
Es por eso, que algunas de las recomendaciones que puedes llevar a cabo mientras esta situación pasa es hablarlo todo, la comunicación es básica para la sana convivencia, si algún ruido te incomoda, o no te permite llevar a cabo alguna actividad dentro de casa, lo mejor es mencionárselo a quien te está afectando, sin intención claro.
Al tener conocimiento todos y todas las que ahí habiten, podrán percatarse de que también hay maneras para hacer sus actividades sin repercutir en las de otros, por ejemplo, elegir horarios para lavar o cocinar que no se junten con los horarios en los que otros están en clase.
Estar conscientes de que entre menos problemas internos se generen en casa, será más fácil para la familia sobre llevar la situación, y la verdad es que un rato de silencio no le cae mal a nadie.
Es incluso algo necesario cuando has tenido un día estresando o pesado por la razón que sea, la tranquilidad también te la puede dar el mismo silencio, sólo se trata de ser prudente y empático con quienes vives.