Cuando experimentas la suerte de tener abuelos presentes, cariñosos y cercanos, la forma en la que impactan en tu vida es única; se convierten en personas inolvidables quienes, a través de los recuerdos, te acompañan durante toda la vida.
Los abuelos son las segundas personas más importantes para los niños, primero sus padres y después estas figuras que suman a la familia, la unen y le dan contención. Un pequeño que crece junto a sus abuelos se beneficia de la experiencia, sabiduría y cariño que los papás de sus papás, en la mayoría de los casos, poseen.
¿Por qué los abuelos son lo mejor?
No son tan estrictos
No tienen que ser tan estrictos con la educación de sus nietos, ya que ese rubro está cubierto por los padres. De esta forma se convierten en un refugio para los pequeños y en una figura de comprensión y complicidad.
Colaboran al desarrollo
Son referentes para los niños que suelen imitar comportamientos de los mayores, así que la actitud de los abuelos, ayuda a moldear a los nietos.
Refuerzan límites
En una relación familiar sana, los abuelos colaboran con la educación de los hijos, reforzando los límites impuestos por los padres, pero lo hacen desde otro papel.
Crean recuerdos
Los abuelos crean tradiciones familiares que marcan a los pequeños: celebrar el adviento o alguna fiesta religiosa, festejar los santos o algo referente a su nacionalidad o lugar de origen. Esto suma a la creación de la personalidad e identidad de los nietos, dándoles una sensación de autenticidad.
Su sabiduría dura toda la vida
Gracias a su experiencia y conocimientos, los abuelos son pilares en cuanto a la transmisión de valores y enseñanzas cruciales para la formación de adultos responsables y buenos.
¡Los abuelos son lo máximo!
Es por eso que respetarlos, entenderlos y, sobre todo, quererlos es un deber de toda la familia, así como aprovechar todo lo que aportan en nuestra vida.
Con información de Etapa Infantil.