Dos festividades importantes y con gran impacto a nivel mundial que suelen comúnmente confundirse o simplemente revolverse entre las tradiciones de una fecha y otra, pero en realidad sí existe una diferencia entre cada tradición.
Probablemente sea por la cercanía de las fechas en que se conmemoran y también otro poco por los elementos que involucran pero en realidad Halloween y Día de Muertos no son lo mismo y mucho menos sus orígenes.
Comenzando por los nombres, el Día de Muertos tiene un significado muy literal, pues es la fecha en la que los mexicanos recordamos a nuestros seres queridos que ya partieron.
Contrario al nombre de Halloween que proviene del escocés “All Hallows’ Eve” que traducido al español significa “Víspera de todos los muertos”, y aunque en ambos se trata sobre la muerte, el propósito es lo que los hace diferentes.
Pues en Halloween se cree que los espíritus que vuelven en ese día son malignos y llegan con el fin de asustar a los vivos, a diferencia del Día de Muertos que sólo pretende recordar a familiares fallecidos y ofrecerles aquellos alimentos que en vida les gustaban.
Características
Otros de los elementos típicos de cada fecha para saber diferenciarlas, son las catrinas y catrines y las calabazas, los primeros son el gran ícono de la tradición mexicana y la segunda es el ícono más representativo de la también conocida noche de brujas.
Están también los animales representativos de cada celebración, en el Día de Muertos se identifica también a la raza de perro xoloitzcuintle a quien se le conoce como el guía espiritual de los difuntos.
Mientras que el Halloween y los espíritus malignos se relacionan con los gatos negros, incluso se llega a relacionar a estos animales con supersticiones de mala suerte.
Y por último están también otras tradiciones únicas del Día de Muertos como visitar los panteones, preparar o degustar el pan de muerto, por su puesto poner la ofrenda hasta escribir calaveritas literarias.
A diferencia del 31 de octubre donde la gente se reúne para contar historias de terror, se disfrazan y salen a pedir dulces diciendo “truco o trato”, haciendo la celebración por entretenimiento y diversión más que por el origen de la tradición.
Y aunque realmente ya hemos adoptado gran parte de esas costumbres extranjeras, vale la pena diferenciar las propias tradiciones y su origen, para poder seguir practicándolas con futuras generaciones.