Un inolvidable suceso para la historia de los sudafricanos en donde destaca el personaje más admirado por millones de personas gracias a su imprescindible lucha a favor de una democracia multirracial.
La gran batalla en África por vivir en un lugar libre de discriminación racial, trajo consigo sucesos trágicos como heroicos, uno de los más recordados a través de los años es aquel día en el que por fin todas las personas sin importar su color de piel o clase social ejercieron su derecho al voto.
Uno de los personajes más representativos durante esa época y que actualmente es recordado como un gran hombre, casi un héroe por su dedicada lucha a lo largo de su vida para eliminar la discriminación racial es Nelson Mandela.
En compañía de varios colegas que compartían los mismos ideales que el líder Mandela, la lucha que por años parecía guerra, dejó al final de todo, una victoria muy relevante en la historia para los sudafricanos y más personas de raza negra que habitan en el mundo, en 1994 durante cuatro días establecidos para que los ciudadanos pudieran ejercer su derecho democráticamente se celebraron las primeras elecciones libres de discriminación racial.
Un 3 de junio pero de 1993, después de varios meses negociando, el foro multipartidista recién creado también, estableció oficialmente el 26 de abril de 1994 como la fecha para dar inicio con las votaciones no racistas en las que los sudafricanos podrían elegir libremente a sus propios líderes.
Como en muchas ocasiones, Nelson Mandela puso el ejemplo ante sus seguidores, ejerciendo libremente su derecho a votar el 27 de abril del mismo año, el entonces candidato decidió hacer aún más histórica su votación.
Mandela votó en un centro de enseñanza secundaria ubicado en Inanda, lugar en donde se encontraba enterrado el primer presidente del Congreso Nacional Africano (CNA) John Dube.
Y tal como Mandela relata en su autobiografía “El largo camino hacia la libertad”, ese hecho al fin lograba cerrar una época de ardua lucha política y moral entre clases y razas y no era sólo el inicio de una nueva era para él sino para miles y miles de personas más en su país y en todo el mundo.
Un día memorable en el que el gran líder y todos sus seguidores votaron por primera vez en su vida para elegir a la persona que en verdad vería por los intereses de una nación y no por los propios, y en este caso aunque Mandela velara por sus interés seguiría velando por respetar los derechos y la justicia de toda una nación.