Se acercan la temporada de fiestas y con ella un incremento en el consumo de alimentos y en su preparación o compra. Viviremos lo clásico: sobras y sobras de comida que, después de los recalentados, terminarán en la basura; situación que ¡no podemos permitir! En esta época y en ninguna temporada del año.
Existe un desperdicio de 1/3 de la comida que se produce en el mundo. Toneladas de alimentos en perfecto estado se tiran a la basura para echarse a perder. ¿Impresionante? Sí y más saber que todos somos responsables de que esto suceda, ya que la forma de vida consumista y la falta de planeación en nuestra alimentación provocan que desperdiciemos comida frecuentemente.
Esto se intensifica en la temporada de fiestas y como queremos disfrutar de la temporada más divertida del año, sin comprometer al medio ambiente ni a la sociedad, te proponemos hacer esto:
Almacena bien los alimentos, si sobran pozole y romeritos no los guardes en el refrigerador, mejor congélalos de forma adecuada y evita que se estropeen.
Planifica el menú sin volverte loco: algunas personas nos volvemos locas al recibir gente en casa y compramos para un ejercito cuando sólo recibiremos a 10 invitados. Planifica el menú y pregúntate qué tanto comerán los asistentes, así evitarás comprar un pastel para 30 cuando son cuatro.
Haz una lista del super con lo necesario y respétala. Se te puede antojar algo ya estando en la tienda, pero sé fuerte y apégate a la lista. Esto hará que ahorres dinero y evites el desperdicio.
Aprende a diferenciar entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente. Muchos productos caducan, pero siguen en buen estado. Sigue tus sentidos (olfato, tacto, vista y gusto) y piensa si vale la pena tirar un bote de crema entero sólo porque caducó hace un día. Hazlo con cuidado, pero hazlo.
Coloca los alimentos más viejos en la parte con mayor visibilidad de la alacena o refri y haz lo mismo en las fiestas. Si ya tienes tortillas, no compres más sólo para la reunión, aprovecha lo que tienes al máximo.
Sé creativo y sácale jugo a “las sobras” para preparar platillos deliciosos. ¿Qué te parece unas empanadas de pozole o un pay de romeritos?
Comparte lo que reste. Tu vecina quizá agradezca un buen platón de sopecitos que sobraron. ¡Todo antes de tirarlo!
Por favor, no utilices platos desechables. Sé que lavar el “cochinero” después de la fiesta es una pesadilla, pero es una pesadilla mayor vivir en un mundo plagado de basura. Hagamos el esfuerzo.
Disfrutemos de las fiestas y de la vida, pero con responsabilidad.